“C'est un drôle de pays, la France, où les négociations ont toujours lieu après le déclenchement des grèves et non avant.”(*)

Queríamos salir lo antes posible de la clave electoral, y la reunión de este jueves con el Sr. Brezot, representante para España del sindicato SNUipp-FSU, a petición suya, representa una perfecta ocasión.

En efecto, algunos aspectos del contenido y del tono de este blog han incomodado a ciertos profesores.

Hemos abordado, sucesivamente, mi anterior carta abierta, los artículos relativos a las huelgas y la meritada dirección de correo electrónico huelga.primarias.lfm@gmail.com, así como el ya famoso ApaFlash de las “medidas oportunas”.

En definitiva, siguen existiendo puntos sobre los cuales no podremos ponernos de acuerdo, ya que nuestros intereses difieren sustancialmente. Sin embargo, es nuestro parecer que las explicaciones dadas han resultado en las cuestiones relativas a la huelga satisfactorias.

Y este punto es importante, y es el que queremos resaltar. Pedimos que el Liceo asuma sus responsabilidades. El derecho a la huelga es esencial, y su consecuencia más inmediata para el huelguista es la pérdida del salario del día no trabajado, día que sin embargo los padres pagamos. “Dicho en plata mal y pronto”, si el Liceo no abona esos salarios, ¿por qué misteriosa razón tenemos que pagarlo los padres?

Pero volveremos más en detalle sobre esta cuestión próximamente, y nos remitimos a aquel ApaFlash aclaratorio para el resto de las explicaciones (no puedo resistirme a recordar que no, que no pretendemos tener la lista de los huelguistas para someterlos a escarnio público en el patio andaluz ni ajusticiarlos someramente al alba).

Además, hemos propuesto al Sr. Brézot publicar en este blog la respuesta o explicación que considere oportuna tras la publicación de mi carta del mes de junio. Esperamos sinceramente que lo haga, y creemos que así será.

Finalmente, y es quizás lo más relevante, hemos mencionado un tema importante. Siendo conscientes de nuestras diferencias, hay un aspecto que nos preocupa tanto a los padres como al cuerpo docente, y es la posible merma en la calidad de la escolaridad de nuestros hijos como resultado de las diversas políticas presupuestarias restrictivas que se están llevando a cabo. En esta parte del camino, le hemos pedido al Sr. Brezot que sigamos hablando para buscar de qué manera, en esas áreas, podemos unir esfuerzos.

Pero por ahora, vamos a votar, y después a pasar la resaca de las elecciones, para poder concentrarnos (aunque Gabriel Camacho no ha dejado de hacerlo en ningún momento de estos últimos días) en lo que realmente importa.

(**) Françoise Giroud, “La rumeur du monde”